Al cierre: ¿Relevo generacional o coste reputacional? Botín pierde al 'mejor CEO del mundo'
MADRID, 29 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- Hay sesiones que tienen nombre propio, y esta ha sido una de ellas; su nombre es Alfredo Sáenz. Hace apenas unos días, el pasado jueves, el hasta ahora consejero delegado (CEO) de Banco Santander respondía con un "no comments" a la que ya se había convertido en una clásica pregunta en las ruedas de prensa sobre los resultados de la entidad: qué sucedería si el Banco de España le inhabilitaba. Hace alrededor de un año que el supervisor inició lo que se llama un "proceso de revisión de honorabilidad" del banquero, después de que a principios de 2012, el Tribunal el Supremo anulara parcialmente el indulto que le concedió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por delitos de acusación falsa, al tacharla de "extralimitación" por parte del Ejecutivo. Sáenz fue condenado en febrero de 2011 por haber autorizado en 1994, cuando era presidente de Banesto, la interposición de una querella contra unos empresarios catalanes con conocimiento de que no tenían ninguna responsabilidad penal. Algunos de ellos fueron a prisión debido a esa falsa querella. El hasta ahora CEO de Santander recurrió al Tribunal Supremo, que le rebajó la pena pero mantuvo su inhabilitación para ejercer funciones en banca. Hoy, en el anuncio de su renuncia voluntaria, el banco no ha dado ninguna explicación oficial sobre su marcha, y se ha limitado a enumerar sus logros: "En el periodo en el que Alfredo Sáenz ha desempeñado sus funciones como consejero delegado del banco, el Grupo Santander ha casi cuadruplicado su tamaño, pasando de unos activos de 358.138 millones de euros (2001) a 1,25 billones de euros (2012) y de unos fondos gestionados de 453.384 millones de euros (2001) a 1,39 billones de euros (2012), consolidándose, además, como primer banco de la zona euro por capitalización bursátil". Sin embargo, Saénz, de 63 años, se marcha. Se marcha a pesar de que el presidente del banco, Emilio Botín, ha basado su defensa de Sáenz durante estos años en la convicción de que era "el mejor consejero delegado del mundo". Botín, de 78 años, ha elegido para sustituirle a Javier Marín, hasta ahora director general del banco y responsable de la División Global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada, 24 años más joven que Sáenz, en un movimiento en el que algunas voces quieren ver un relevo generacional. "Cuando una empresa lleva a cabo un relevo generacional, como está haciendo el Banco Santander, le da la oportunidad de ser más dinámica y moderna, y esto puede ser positivo", opina en Bloomberg Álvaro Cuervo, director de CUNEF (Colegio Universitario de Estudios Financieros), que lo ha definido como un "gran banquero", a pesar de sus problemas con la justicia. En The Wall Street Journal, sin embargo, sitúan la polémica legal que rodea a Saénz como el motivo claro de su marcha. De hecho, creen que el Banco de España está adoptando un papel más agresivo en su supervisión, y podría haber presionado para que Santander tomara esta decisión ante el coste reputacional de mantener a Sáenz dirigiendo el banco, mientras el país gestiona un rescate para el sector. Difícil obviar los problemas con la justicia de Sáenz para entender su salida, pero complicado también pensar que Botín se habría dejado presionar cuando no tiene inconvenientes en criticar que la banca sana está pagando los errores de otros. Por el momento, un portavoz del Banco de España ha declarado sin "paños calientes" que este anuncio es un "paso positivo" que debería tener "un efecto favorable en la estabilidad del sistema financiero español". Manuel Romera, responsable del área sobre el sector financiero del IE Business School en Madrid, explica en The Wall Street Journal que Sáenz se había "desgastado" y su situación legal había puesto toda la atención sobre Santander, "una situación incómoda para el banco". Aunque Romera también añade un matiz generacional: "Sáenz es mayor, y Santander dispone de personas perfectamente capaces para ocupar su puesto". Más allá de las fronteras locales, advierten que en Banco Santander se incurre en un problema de cultura, donde "un pequeño accionista gobierna como si fuera un accionista mayoritario". Son palabras de Martin Buhlmann, economista jefe del Vereiningung Institutioneller Privatanleger en Alemania, para el diario estadounidense. El coste reputacional no pasa desapercibido para José Luis Peydró, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, quien rebaja la gravedad del delito del que se acusa a Saénz, pero considera que en medio de una recesión y de críticas por las prácticas de los bancos, la imagen pública de las entidades está muy deteriorada. La semana pasada, el consejero delegado de BBVA, el otro gran banco español, Ángel Cano, afirmaba en este sentido que "tenemos que reconquistar a la sociedad". El propio Sáenz, en la que ya será recordada como su última rueda de prensa como CEO de Santander, el pasado jueves, cifraba una a una las cantidades que ha tenido que invertir el banco para resolver los errores de otros, siempre desde la convicción de que Santander no ha recibido ayudas públicas. La última cifra que hoy le acompaña es la de 88,17 millones de euros, la pensión que recibirá, según el último Informe de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones del año 2012. La acción de Santander se ha movido durante la sesión a la par que el resto de bancos del Ibex 35, y ha cerrado con subidas del 2,60%. El selectivo español se ha anotado hoy un 1,85%, hasta los 8.450,90 puntos, y sus colegas europeos han registrado alzas del 1,40% de media. Las bolsas prolongan las fuertes compras de la semana pasada, con la esperanza de que se confirmen las previsiones y el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos de interés el jueves. María Gómez |
0 comentarios:
Publicar un comentario